Sol Cultural

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VII #Concurso de #Microrrelatos #solcultural

En esta edición del concurso organizado por Sol Cultural, con el patrocinio de la Fundación Santander Creativa y la colaboración de la librería Gil, se han presentado 502 relatos de 385 autores.

El jurado compuesto por Alberto Iglesias, Guillermo Balbona y Marta San Miguel han seleccionado 28 relatos que aparecerán en la edición impresa que publicaremos en la próxima primavera.

Consulta las BASES

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PRIMER PREMIO:

EL BIG BANG
Francisco Salvador Badía. (Castellón)

─¡Uf! ¡Qué bloqueo, mon Dieu! ─dijo Dios para sus adentros. Y a continuación se voló la tapa de los sesos.

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SEGUNDO PREMIO:

EN LA LUNA
Reyes Lliberós Monfort. (Castellón)

Cher ami,
Al final del camino, Bajo las estrellas, La soledad tiene un Color azul Oscuro Casi Negro, El cielo gira 20 centímetros y, en La noche de Los girasoles ciegos, El viento y Los 2 lados de la cama, Alzados del suelo, tararean que el Amor es idiota y yo soy Una mujer invisible. No tengo miedo. La semana que viene (sin falta) me compraré La máquina de bailar y pensaré en Cosas que hacen que la vida valga la pena. Deseo Sólo un beso y Volver a Utopía, porque En la ciudad sin límites Un día sin fin se convierte en Un año en la luna.
Bienvenido a casa.
Aunque estés lejos, Mi casa es tu casa.
Tuya siempre,
Caótica Ana

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TERCER PREMIO:

ESPÍRITUS DE HAYA VIRGEN
Elvira Martín López (Santander)

La madera fue vestida con luces, chatarreras, sedas, abalorios y mazapán. Antes de eso la rajaron, moldearon, bañaron y barnizaron. La escupieron acrílicos, intoxicaron sus anillos y sus vetas, la maquillaron con oro y le ensartaron joyas.
Al final, cubierta la cima con un manto, quisieron hacernos pensar que ahora era mucho más virgen.

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Relatos y autores seleccionados:
Como un ángel.
Kalton Harold Bruhl. (Honduras)

Wicidio.
Soraya Geijo Uribe. (Valladolid)

Lo de todas las noches.
Vicente Gutiérrez Escudero. (Santander)

Avionetas.
Rafael Fuentes Pardo. (Madrid)

Mal día.
Román Ignacio Ksybala. Buenos Aires (Argentina)

Burbuja inmobiliaria.
Begoña Silva Calle (Vitoria)

El desahucio original.
Rosa Ayesa Arriola (Liendo. Cantabria)

Por si acaso.
Susana Revuelta Sagastizábal. (Santander)

Teletienda.
Agustín Martínez Valderrama. (Gavá.Barcelona)

En la luna.
Reyes Lliberós Monfort. (Castellón)

Tú, yo y la cámara.
Ana María Martín Belver (Gijón)

Ciega.
Mª Jesús Salvatierra. (Badajoz)

Llaves del paraíso.
Lourdes Aso Torralba. (Jaca. Huesca)

Sin título.
Begoña Silva Calle. (Vitoria)

En la soledad.
Milagros Fernández Peña. (Valencia)

Hecho acontecido en la calle del Sol.
Gabriela Trupia (Buenos Aires. Argentina)

Sinforosa.
Samuel del Amor Macías. (Benidorm. Alicante)

En la soledad.
Gustavo Eduardo Green. (Argentina)

El big bang.
Francisco Salvador Badía. (Castellón)

Brooklyn.
Gerardo García Saguar. (Puente Arce. Cantabria)

Horizonte esperpéntico.
Eduardo González González (Cabezón de la Sal. Cantabria)

Patíbulo.
María Cristina Martínez. Buenos Aires (Argentina)

Efecto rebote.
José Miguel García Navarro. (Laredo. Cantabria)

La miré, la miré y la miré.
Rafael Manrique Solana (Santander)

El fin del mundo.
Plácido Romero Sanjuan. (Jaén)

¡Se venden hilos… y se regala cultura!.
Jesús Gutiérrez Diego. (Santander)

Ritos y leyendas.
Marta Adán. (Santander)

Espíritu de haya virgen.
Elvira Martín López (Santander)

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​COMO UN ÁNGEL
Kalton Harold Bruhl. (Honduras)

El alba la descubre con los ojos abiertos. La emoción no le ha permitido dormir. Repasa en su mente, una a una, las respuestas que tendrá que dar y contiene la respiración con una sonrisa, al imaginarse, sentada en la banca de la iglesia con su vestido nuevo. Se viste despacio, mientras susurra una oración. Tiempo después, aguarda impaciente, junto al altar de la Virgen. Ella se imagina hermosa, vestida de blanco, como un pequeño ángel a sus nueve años. El sacerdote entra y le sonríe. Él no puede ver a la niña, solo a la anciana que extravió su camino entre la bruma del tiempo. Nunca puede pedirle que se marche a casa, así que le entrega la misma vela de todos los días e inicia, nuevamente, la misa de la primera comunión.

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WICIDIO
Soraya Geijo Uribe. (Valladolid)

“Mire doctor, créame que solo fue un accidente. Verá, es que las tradicionales riñas por las lindes se han transformado en una batalla por la antena más potente y como en mi pueblo el alcalde iba rezagado, pues no me quedó más remedio que llegar hasta el límite de la comarca. La señal era cada vez más débil, así que fui siguiendo la vereda y cuando por fin conseguí entrar en mi facebook, me dio tanta alegría que, sin darme cuenta, me caí al mar. Eso fue lo que pasó. ¿Verdad qué me va a dejar salir de Cueto pronto?”

“¿Y es usted alérgico a algún medicamento?”

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LO DE TODAS LAS NOCHES
Vicente Gutiérrez Escudero. (Santander)

Acaba de entrar en el portal. Antes de subir hacia su piso, se detiene, se gira y contempla desde allí lo de todas las noches: la calle interminable;el rostro de ella despidiéndose de él definitivamente; después, su cuerpo alejándose, empequeñeciéndose cada vez más hasta desaparecer en el viento de la noche. Cree oler de nuevo el perfume que ella dejó allí. Incluso cree apreciar, muy a lo lejos, de nuevo, el leve resplandor de una promesa de retorno. Ese es el rito personal al que se agarra cada noche.

Hace ya varias horas que cerraron el último bar. Los operarios de la limpieza del ayuntamiento aún tardarán dos horas en pasar con sus mangueras, para limpiarlo todo. Él lo sabe. Tras unos instantes de silencio inicia, solo, el ascenso hacia su casa.

Y todavía, sus vecinos, se preguntan quién deja abierta por las noches la puerta del portal.

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AVIONETAS
Rafael Fuentes Pardo. (Madrid)

Iba pensando en esas cosas que creemos perder durante nuestras vidas, cuando empezó a llover. Aproveché un portal abierto para refugiarme.

-¿Tiene un euro?

Me giré sorprendido, era un vagabundo.

-¿Para?

-Para una cosa que creen perder algunos hombres durante su vida.

-¿Cuál de ellas?- Pregunté -:¿el trabajo con futuro, el descapotable, o los diez minutos chupando cámara en un plató?

-Hay algo más.

-¿Cómo?

-Como conducir el descapotable con una sola mano después de abollarlo, o procurar pensar en avionetas antes de irse a la cama para que la envidia se transforme en algo leve e inconcreto.

Parecía razonable. Le di veinte euros. También le pregunté qué habría hecho durante diez minutos en un plató de televisión.

-Incendiarlo; con su billete tendré gasolina suficiente.

Se marchó. Con todo lo que necesitaba en uno de sus bolsillos, como sólo pueden hacerlo algunas personas a lo largo de su vida.

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MAL DÍA
Román Ignacio Ksybala. Buenos Aires (Argentina)

La televisión informó que mis acciones bajaban catastróficamente. Me distraje, tropecé desintegrando mi pie derecho, y en el proceso derramé café sobre la camisa.

Comprendí que era tarde y salí corriendo. Un clavo que sobresalía del marco de la puerta me desgarró el pantalón. Valentina me miró desaprobando. Mi propio perro me ladró con odio.

Justo cuando atravesaba mi calle favorita, la Calle del Sol, el pie lastimado me hizo chocar. El otro conductor se indignó por mi torpeza y me molió a palos. En suma, otra vez llegué tarde a la oficina. Me notificaron amablemente que estaba despedido.

Abatido, con la cara a la miseria y el auto deshecho, regresé a refugiarme en el cariño de Valentina. En su lugar encontré una seca nota de adiós.

En este momento me estoy gatillando contra la sien, y de alguna manera no me sorprende que el revólver no dispare.

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BURBUJA INMOBILIARIA
Begoña Silva Calle (Vitoria)

– ¡Oiga, abuelo, despierte! ¿No sabe que no se puede dormir en los cajeros automáticos?
– Discúlpeme, hace una noche muy fría.
– Yo le disculpo lo que quiera, pero le voy a poner 100€ de multa.
– ¡Pero si no tengo dinero!
– Entonces 200€, por protestar. ¿Es que no tiene casa?
– Me la embargó el banco. Avalé al hijo para que se comprara la suya y…
– ¡Lo típico! El hijo no pudo pagarlo. ¡Le pongo otra multa por tonto!
– Está en el paro, trabajaba en la construcción.
– ¡Y no tiene otro sitio donde quedarse, imagino!
– Tenía una casita en el campo pero me la expropió el ayuntamiento por dos perras para hacer viviendas de lujo. ¡JA, JA JA!
– ¡JA JA! Con esta obra de teatro vamos a triunfar en la comilona de la Junta de Accionistas del banco. ¡Hoy paga el ayuntamiento!

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EL DESAHUCIO ORIGINAL
Rosa Ayesa Arriola (Liendo. Cantabria)

“Sí jefe, según lo acordado, regresé al cielo después de hablar con Adán. La historia que me contó de manzanas y serpientes, aunque original, no había dios que se la creyese: podía entender que tratase de encubrir a Eva, que, la verdad sea dicha, está muy buena; pero que me tomase por imbécil, eso sí que no. Les di 48 horas para que desalojasen el Jardín del Edén antes de proceder al embargo. El problema es hoy, al llegar a ejecutar la orden celestial, me he encontrado, en las mismísimas puertas del paraíso, a la serpiente enroscada a un árbol muy extraño impidiéndome el paso, y a un grupo de chimpancés que parece ser que son de una plataforma anti-desahucios, y que dicen que Eva y Adán de ahí no se mueven. ¿Qué hacemos ahora con ellos, jefe?”.

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POR SI ACASO
Susana Revuelta Sagastizábal. (Santander)

Antes de cerrar la bolsa de la basura, te aseguras de no haberte olvidado nada. Deslizas los dedos sobre el mantel de cuadros grises y blancos del comedor sin encontrar las migas de sus insultos. Los azulejos de la cocina relucen después de frotar la humillación y enjuagar sus amenazas. Tampoco quedan señales de portazos en el pasillo, ni una lágrima en tu almohada. Abatida, contemplas los añicos en que se convirtió el marco con la fotografía de tu boda, y comprendes que tenías que haber limpiado toda esa porquería mucho antes de que él te abandonara.

Sales de casa arrastrando los pies por el camino de grava y depositas lentamente la bolsa dentro del contenedor. Con un suspiro que no es de alivio, porque sigue esa presión en tu pecho, regresas sobre tus pasos al zaguán.

Y dejas la puerta entreabierta. Por si decide volver.

Por si acaso.

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TELETIENDA
Agustín Martínez Valderrama. (Gavá.Barcelona)

El kit Desahucio incluía: nota, soga, taburete…

Y una botella de anís, obsequio de cortesía para las cien primeras llamadas.

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TÚ, YO Y LA CÁMARA
Ana María Martín Belver (Gijón)

-Oye, Virgencita, que nos van a hacer una foto. Procura no cambiar de postura cuando dispare la cámara, que así estás muy bien y terminamos rápido.

-Pues dice que hemos salido muy naturales. Entre tú y yo, hasta las flores han quedado como de invernadero. Seguro que no pasamos desapercibidas.

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CIEGA
Mª Jesús Salvatierra. (Badajoz)

Me acurruco en el cuello del abrigo. Qué vida de mierda. Cinco años desde que comencé en la fábrica y aún en el turno de noche. Será por unos meses, prometieron. Pero a ver quién es la guapa que protesta. Yo no le he insistido al jefe, ni dije a los compañeros que nos turnáramos. Tampoco me afilié al sindicato, y eso que ayer tuve la ocasión de hablarlo con Pablo mientras esperábamos para la revisión médica. Pero me olvidé, también olvidé decirle que quiero participar en la porra de fútbol. No sé que tengo en la cabeza cuando veo a este chico. Me dijeron que soy miope, “Ni sueñes con que las luces tienen forma de estrella.Son circulares, joven”. Y yo creía que el camino estaba lleno de luceros. Maldita revisión. No pienso ponerme gafas.

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LLAVES DEL PARAISO
Lourdes Aso Torralba. (Jaca. Huesca)

El psiquiatra quiere saber qué veo en la imagen, aparte de un muro publicitario abandonado. Le preocupa mi cordura. Le digo que niños jugando a la pelota, otros compitiendo por mear más alto, fisgando a través de un agujero a las jovencitas del otro lado. Veo a grafiteros estampando sus consignas de protesta. También veo el muro de Berlín (por eso de la vergüenza de hipotecas, embargos y fila de cáritas para comer). Insiste en que me esfuerce más y le digo que allí no está el muro que planté en su día, sino la montaña de arena en la que se ha convertido el proyecto (especulación incluida). Antes de irme le dejo mi despedida. “Desde arriba se disfruta de las mejores vistas y la caída libre me lleva directo al paraíso. No estoy chiflado. La cabeza me funciona a la perfección. Voy a festejar la entrega de llaves.

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SIN TÍTULO.
Begoña Silva Calle. (Vitoria)

Reparó en el cartel que había aparecido por toda la ciudad. “Hombre de 81 años con Alzheimer desaparecido desde hace diez días. Ayúdanos a encontrarlo”, debajo un teléfono, y en el centro su fotografía. Aunque apenas podía reconocerse en ella, sintió un poco de desasosiego. Confiaba en que la gente buscase a alguien con peor aspecto y con aire despistado. ¿Alzheimer? ¡De dónde se habrían sacado eso!Largarse de la residencia había sido pan comido, y su familia no le iba a echar de menos, pero lo de los carteles no se lo esperaba. Necesitaba un cambio de aspecto, dejarse barba, usar lentillas, teñirse…, tenía que pensar en ello.Se había alquilado un piso en la Calle del Sol, y allí se sentía a gusto, pensaba comenzar una nueva vida en ella.Tal vez un cambio de sexo le vendría bien.

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EN SOLEDAD
Milagros Fernández Peña. (Valencia)

– ¿Lo ves? Te lo dije, viene todas las tardes desde el temporal de enero. Se queda ahí, de pie, mirando al infinito. Yo creo que perdió a alguien en el mar. Un hijo, un hermano…

– No, no. A mí lo que me parece es que lanzó un mensaje de amor dentro de una botella y vive esperando una respuesta. ¡Qué romántico!…

– ¡Agáchate, que nos va a ver!

Cosme exhaló una última bocanada de humo y enfiló el camino de piedra de vuelta a casa. Vio dos cabecitas intentando esconderse detrás de una roca. Con resignación murmuro:

– Espero que no vayan con el cuento por el pueblo. Si se entera mi mujer me mata. ¡A qué mala hora le prometí en Nochevieja que este año dejaba de fumar!.

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HECHO ACONTECIDO EN LA CALLE DEL SOL
Gabriela Trupia (Buenos Aires. Argentina)

Según consta en la causa, Sinforosa relató haber encontrado a la llamada “virgen de la Estrella” llorando en un rincón de la iglesia de la Calle del Sol. La señora, devota vecina de la parroquia, ratifica la versión de la joven que alega ser madre de un pequeño, de tez mate, al que no deja solo bajo ningún precepto. Atenta a su discreción, Sinforosa no preguntó por su estado civil. La anciana, portavoz de la vecindad, jura que la madre le confesó que el padre (no conviviente) se llevó al niño sin su permiso valiéndose de su patria potestad. La última imagen de la madre, su hijo y Sinforosa se adjunta a la denuncia iniciada por el párroco. El cura da fe de la alta estima y respeto que los habitantes de Santandertienen con el susodicho aunque declara, decepcionado, que desconoce su paradero en la actualidad.

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“SINFOROSA”
Samuel del Amor Macías. (Benidorm. Alicante)

Si el nivel del mar puede elevarse hasta 20 metros a finales de siglo, ¿dónde espero yo a Sinforosa?

Desconozco cuál es el tiempo prudencial deespera en una cita. Yo siempre he sido paciente, bien lo sabe mi familia. Todos están ya muertos. ¡Y no fui a ninguno de sus funerales! Pero esta es mi primera cita.

Si sube el océano, retrocederé conforme avance, ¡así no moriré ahogado y cuando llegue Sinforosa me podrá ver! No sería muy inteligente permanecer en el mismo sitio si se deshielan los glaciares.¡Y nada presentable ir a cenar con los pantalones mojados!

¿Cuál es el tiempo prudencial de espera en una cita? Llevo ya veintitrés años aguardando a Sinforosa, ¿será lo normal? Mi padresiempre decía quelas mujeres nunca son puntuales.No tengo experiencia en estas cosas.

Esta humedad está destrozando mis huesos.

Espero que no tarde.

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EN LA SOLEDAD
Gustavo Eduardo Green. (Argentina)

Con gran habilidad dobló su oreja derecha en cuatro partes. Acható su nariz empujándola con el dedo índice de su mano. Con paciencia ocultó dentro del ombligo sus partes pudendas.

Cruzó las manos sobre el pecho y tomó el hombro izquierdo con la mano derecha y el hombro derecho con la mano izquierda. Plisó su cabeza como un pañuelo.

Hundió en su mano los dedos, uno por uno, y en seis partes frunció su brazo derecho. Redujo una de las piernas en sucesivos dobleces hasta llegar al tronco.

En un calculado movimiento se asió con la mano de la manija del cajón y contrajo -como un fuelle- su otra pierna.

Sus dedos índice y pulgar jalaron de la oreja izquierda hasta ubicar su humanidad en el lugar pertinente.

Finiquitada la operación, el zurdo Rodríguez pudo descansar en el cajón de la mesita de luz de un dormitorio sin cama.

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BROOKLYN
Gerardo García Saguar. (Puente Arce. Cantabria)

La mañana del sábado 7 de junio de 2014 Jonas F. abandonó su apartamento de Brooklyn en dirección al Starbucks de Montgomery st dónde había quedado con Sara C. Echó un vistazo a su Smartphone antes de ponerlo en silencio. Algunas parejas se movían deprisa cargadas de bolsas, otras se dirigían al Botanic Garden con niños de la mano. Otros simplemente corrían con los cables de los auriculares golpeándoles el pecho. Ya casi estaba llegando a la cafetería cuando la portada de un viejo libro llamó su atención. Costaba 2,99 y era un ejemplar amarillento de Moby Dick que estaba colocado junto a otros en el escaparate de la librería Stilographic. Entró a comprarlo y mientras la cajera le preparaba su cambió reparó en que había una fotografía entre sus páginas. Era una imagen en blanco y negro. En el reverso ponía “Sinforosa y la virgen de la estrella”.

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HORIZONTE ESPERPÉNTICO.
Eduardo González González (Cabezón de la Sal. Cantabria)

.- Mira ha llegado otro, es el primero de hoy.

.- Y este parece de los de mitad de la tabla para arriba, mira como viste.

.- Ya, los de ayer eran más…más…

.- Si, más corrientuchos, pantalonzuco vaquero, camisetuca de algodon…

.- Di tu, que ayer todo fueron meditaciones. Ninguno se decidió.

.- A este le veo…asi,asi. Fijate en su mirada anclada en el horizonte, este parece

que tiene algo perdido.

.- Ya. O perdió lo que tenía.

“ja,ja,ja,ja”

.-¡Espera, que se acerca al borde!

.- Ufff, este….

.- ¡Se tira, se tira, se tira!, ¡¡aparta que nos cae encima!!

“cachoffff” “blup,blup,blup,blup,blup….blup………blup”

.- Ufff, va derechito al fondo. ¿Vistes el piedrón que se había amarrado? A este no le encuentran…

.- Ya te digo. Y luego nos dirá el cormorán que ha escuchado a los humanos decir que ya no hay crisis.

.- ¡Bah!, menudo un ave.

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PATÍBULO.
María Cristina Martínez. Buenos Aires (Argentina)

Aquella noche llegó con rastros de haber bebido mucho, en el cuerpo y en la ropa. No respondió al “Buenas Noches” pronunciado por su vecino. Tampoco cerró la puerta de entrada.

La casa estaba sola. El reflejo de la lámpara, semejante a un patíbulo en el cual se bamboleaba un ahorcado, dibujaba arabescos de luces y sombras sobre la pared del patio.

El gringo siguió caminando hacia el fondo, mientras volvía a empinar la petaca, quizás para darse coraje.

Lasvoces provenientes de la vivienda contigua habían callado, ni siquiera los grillos se animaban a desafiar el presagio…

La brisa cálida seguía agitando suavemente la lámpara del comedor y proyectando su trágica sombra chinesca sobre la pared del patio.

El ruido a vidrios rotos de la petaca que acababa de caer al suelo quebró el silencio…

Dentro del cuarto, la imagen se hacía carne pendiendo de una soga.

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EFECTO REBOTE
José Miguel García Navarro. (Laredo. Cantabria)

España, año 2006

– Este es el piso. Para entrar a vivir, céntrico, y con todos los servicios sin salir del barrio. Hay mucha gente interesada. ¿Qué les parece?

– Hombre, no está mal. Aunque es bastante pequeño, da al norte y vistas a un patio interior. Tampoco tiene garaje ni ascensor. ¿Cuánto era el precio?

– 300.000 euros. Pero señores, este piso en unos años se revalorizará. Está muy bien situado. Es una buena inversión, se lo digo yo que entiendo. Además no tendrán problemas con el banco, les darán el 120% a 50 años. Es lo que hace ahora todo el mundo, háganme caso.

España, año 2055

– Mamá, papá, vengo a deciros que hoy han pasado el último recibo de la hipoteca. ¡Por fin!

– Mami, este sitio me da miedo, ¿nos vamos ya?

– Sí cariño, pero antes ponle estas flores a tus abuelos.

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LA MIRÉ, LA MIRÉ Y LA MIRÉ
Rafael Manrique Solana (Santander)

Hoy no sé qué haré. El lunes a las 23.16 h, tras dos horas de silencio en la barra, supe que si me pedía que me casara con ella, le diría que sí. Martes, miércoles y jueves he vuelto al Rubicón. A la misma hora, al mismo sitio. Un tipo aburrido o, peor aún, un obsesivo. El día que estaba con… ¿su marido? La miré, la miré y la miré. Con discreción, no en plan psicópata. Ella no. El viernes a las 22,28h sí me miró. Un poco. Creo. ¿Tal vez sonrió? Yo canturreaba mentalmente lo de la espada y la pared. Sí, la canción de Marlango. Hoy sábado me lo tiene que pedir. Seguro. O me vuelvo loco; más loco quiero decir. ¿Y si no? No puedo considerar el convento o la Legión. Tampoco un suicidio por amor. Yo que soy tan postmoderno. Hoy no sé qué haré.

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EL FIN DEL MUNDO
Plácido Romero Sanjuan. (Jaén)

El camino comenzó a estrecharse. Ahora tenía que atravesar un minúsculo puente de piedra. Estaba resbaladizo. Se preguntó quién lo había construido. Antes de seguir, miró hacia atrás. La niebla ocultaba la tierra. Resopló y siguió caminando. Alguien le esperaba en el extremo. Cauteloso, se aproximó al extraño que, despreocupado, le daba la espalda. Ya casi le podía tocar. Se detuvo. Esperó.

–Has llegado –dijo el extraño.

El caminante no respondió.

–Incluso aquí, al fin del mundo, has venido persiguiéndome.

El mar rompía contra las rocas. El mar.

–¿Tanto es tu rencor?

Contempló la ancha espalda. Sentía odio, sí. De repente, trató de empujarle, pero sólo consiguió trastabillarse, estuvo punto de caer al mar. Cuando se puso de pie, advirtió que allí no había nadie más, sólo él.

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¡SE VENDEN HILOS…Y SE REGALA CULTURA!
Jesús Gutiérrez Diego. (Santander)

¡Joder! ¡Joder!, exclamé mirando al exterior desde la mercería “La Infantil”. Allí, en la acera de enfrente, dos nada disimulados policías de la brigada político-social hacían recuento de las personas que entraban en la tienda.

-Sr. Bonfilio, ahí fuera tenemos dos policías que no nos quitan ojo-comenté.

-¿Y qué…? .Aquí solo se venden hilos… y se regala cultura- contestó el Sr. Bonfilio.

-Pues…eso- le contesté- que quizá tirando del hilo pretenden llegar al ovillo. Ya sabe que lo de la cultura, esta gente del Régimen, no lo llevan muy bien. Igual era bueno avisar a Ramón antes de que llegue y se tope de morros con ellos. ¿No le parece?

-No te preocupes, Diego, que mi hijo sabe muy bien donde comienza la calle del Sol y termina la del Carmen- apostilló enigmático el Sr. Bonfilio.

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RITOS Y LEYENDAS.
Marta Adán. (Santander)

En mi pueblo son tan amigos de los ritos religiosos como de las leyendas negras.

Os contaré la de la hija de José el patatero.

Era un miércoles de ceniza y ella tenía 10 años. La pobre infeliz le preguntó al cura que si la ceniza que nos ponía era del puro que se fumaba todos los domingos. La respuesta fue tal mamporro, que la criatura vio la luz y salió de la iglesia gritando que esa ceniza era del cuerpo que nos comíamos durante la misa.

Llegó a casa en pleno éxtasis de misticismo caníbal y se acercó a la cuna de su hermano recién nacido. La madre llegó justo a tiempo de evitar la tragedia.

De la niña no se volvió a saber nunca, pero su hermano todavía vive en el pueblo. Esta foto tan bonita la sacó él, y eso que es manco.

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Fotos ampliadas pinchando aquí




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